¡Hola!
Ya estamos aquí de nuevo, pero
esta vez para hablar sobre la traducción automática y las memorias de
traducción, aprovechando que en la entrada anterior mencionamos este tipo de
métodos cuando hablamos del crowdsourcing.
Básicamente haremos una
diferenciación entre un traductor automático y una memoria de traducción. Ambos
sistemas son de gran ayuda al traductor puesto que facilitan en gran medida la
labor traductora. Sin embargo, hay veces que más que facilitar la vida al
traductor, se la complican. ¿Por qué digo esto? Pues porque en ocasiones, la
traducción automática es tan poco acertada que sería mucho más fácil, rápido y
eficaz si el traductor hiciera una traducción nueva, en vez de perder el tiempo
revisando y corrigiendo la automática.
Pero vayamos por orden. Los
traductores automáticos interpretan las oraciones de entrada, las etiqueta,
hace una asignación con las palabras de la lengua de destino y después las
trata de reordenar, de manera que así va generando el texto. En cambio, las
memorias de traducción son como un gran almacén donde se van acumulando tanto
los textos como las traducciones que el traductor va realizando, además de un
glosario que se va creando. Es una gran base de datos donde se encuentra compilada
la tarea que el traductor va realizando poco a poco, traducción a traducción.
Cuando se quiere traducir un texto nuevo, el programa consulta lo que hay
almacenado ya y si encuentra alguna propuesta que coincida o pueda coincidir
con la nueva traducción se la ofrece al traductor. Este decidirá si esa misma
traducción sirve para el nuevo texto en cuestión o no, pues ya sabemos que una
palabra puede tener varios significados dependiendo del contexto en el que se
encuentre.
La traducción automática tiene
algunas ventajas que se están incorporando a las nuevas versiones de algunas
memorias de traducción. La mayor ventaja es que puedes meter cualquier texto en
el traductor automático tanto si has hecho una traducción anterior de ella como
si no. A diferencia del traductor automático, la memoria de traducción necesita
un trabajo previo del traductor para poder obtener algún resultado.
Por otro lado, las memorias de
traducción son de mucha utilidad en cierto tipo de traducciones, como pueden
ser documentos que tengan estructuras fijas o que se repitan mucho, como en el
caso de las traducciones legales.
También existen sistemas híbridos
que se sirven de ambos sistemas, es decir, de las memorias de traducción y de
traductores automáticos. Creo que esta combinación es muy útil pues combinará
las ventajas de ambos programas y será de gran ayuda al traductor.
Está claro que los dos sistemas
tienen sus ventajas e inconvenientes, y cada traductor preferirá uno u otro;
pero creo que es evidente que ambos al fin y al cabo han facilitado mucho la
labor traductológica y han podido sacar de algún que otro apuro a más de un
traductor. Sigo pensando que los traductores nos tenemos que amoldar a las
nuevas tecnologías y servirnos de ellas porque son nuestras aliadas, no
nuestras enemigas. ¿Tú qué opinas?
Imagen del traductor automático de Google
Imagen de la memoria de traducción Dèja Vu